Este post es completamente diferente a los anteriores, aunque siempre me resisto a escribir así de forma personal, esta vez es necesario hacerlo. Está iniciando el mes de marzo, el mes del quinto aniversario del terremoto y tsunami de Japón (3/11), el mes en el que se inaugurara (3/26) la ruta del Shinkansen o tren bala, entre la isla de Honshu (isla principal) y la isla de Hokkaido (la segunda isla mas grande, y la más al norte, mi casa los últimos 2 años y medio, y que me resisto a abandonar). Pero tambien a nivel personal hay algunos cambios, cosas nuevas que iniciar, cosas que celebrar, pero sobre todo cosas pendientes por hacer.
Pero los cambios no solamente están ocurriendo en esta parte del mundo, en todos lados hay cambios; positivos para algunos, negativos para otros, pero cambios necesarios al fin. Uno de ellos, de los muchos que han habido, es lo que está pasando en el lugar donde empecé a crecer profesionalmente, la universidad donde estudié, pero sobre todo en el lugar donde inicié a dar los primeros pasos en el ámbito laboral e investigación. Estoy hablando del Centro de Investigaciones Geocientificas, luego llamado Instituto de Geología y Geofísica, un cambio de nombre nada más, pero no de esencia.
En este centro, hice mi tesis para graduarme de Ingeniero Civil (ver tesis aquí), de igual forma trabajando ahí tuve la oportunidad de visitar Japón, y hacer una maestría de un año en Ingeniería Sísmica, en el Instituto Internacional de Ingeniería Sísmica (ver tesis aquí). De igual forma en el periodo que trabaje en dicha institución tuve la oportunidad de visitar muchos lugares de Nicaragua, incluyendo la Costa Atlántica, y mi primera experiencia de vuelo en La Costeña. Luego, por cosas que dispone la vida, los planetas y el Universo, me traslade a trabajar a una institución de gobierno, pero eso es otra historia.
Así que, como es de esperar, le tengo un gran aprecio al CIGEO, sus trabajadores, amigos, y no muy amigos, pero compañeros todos. En estos días, han habido algunos cambios importantes, pero necesarios; la vieja dirección del centro ha sido sustituida, por dos personas a las que le tengo un gran cariño y aprecio, pero mas allá que eso, dos personas realmente comprometidas con el trabajo de investigación científica y académico.
El nuevo director Msc. Claudio Romero, quien fue mi tutor de tesis de grado y mentor en respuesta de sitio, tiene una especialidad en riesgo sísmico, con muchos proyectos desarrollados, participación en congresos y conferencias, nacionales y regionales, escribió un libro, sobre la evaluación de respuesta de sitio en áreas urbanas (ver aqui).
El nuevo subdirector, el Dr. Edwin Obando, quien fue mi asesor de tesis y mentor en el área de ingeniería sísmica. Ha escrito varios artículos en revistas internacionales (por ejemplo, ver aqui).
El CIGEO tiene mucho potencial, con personal altamente calificado y buenos equipos, con lo que se pueden hacer muy buenos aportes a la investigación científica en Nicaragua y Centroamérica, en el campo de la geociencia. Estoy seguro que con estos cambios, aunque bruscos, las cosas serán mejor, y las nuevas autoridades sabrán definir las líneas de trabajo, y asignaciones a cada área.
Como un ex miembro de la familia CIGEO y siempre pupilo del profesor Claudio y Edwin, les deseo lo mejor en esta nueva etapa de la institución. Si hay algo en que apoyar, de forma incondicional, estoy a la orden, ya sea desde este lado del océano, o desde el otro lado de la galaxia.
Fachada del Edificio del IGG-CIGEO. Fuente: Periodico Hoy
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