Predicción de Fenómenos naturales. Estudio de "predicción" en Nicaragua

No son pocos los esfuerzos que se han realizado a través de la historia de la humanidad para entender los fenómenos naturales, y eso incluye saber cómo y porqué ocurren, lo que, llevaría a saber cuándo ocurrirán. Ahora bien, cada fenómeno natural posee características propias, que dependen de un sinnúmero de variables, y lo más difícil aún, "imposible" actualmente de correlacionarlas entre ellas, de tal forma que a través de un algoritmo matemático estándar, por ejemplo, pueda saberse con precisión cuando se presentará el evento. 

Los eventos meteorológicos, tales como huracanes, tormentas tropicales, tornados, entre otros, no es que puedan predecirse, sino que debido a sus características particulares, es posible identificar la trayectoria posible que seguirá durante su desarrollo, lo que permite la ejecución de un plan de respuesta con, en algunos casos hasta días de antelación. Sin embargo, hay que definir que significa predecir. De acuerdo al diccionario de la RAE, predecir significa anunciar por revelación, ciencia o conjetura algo que ha de suceder. Y ese anuncio al que se refiere el concepto mencionado, aplicado al conjunto de fenómenos naturales incluye no solamente la fecha, lugar, características generales del evento. Esto es, porque incluye afectación a la población y al territorio. 

Ahora bien, se habla de monitoreo de eventos naturales (lluvias, huracanes, tormentas tropicales, tornados), y hasta cierto punto es "suficiente" para el manejo de desastres, sin embargo existe otro fenómeno que es difícil el monitoreo en su sentido más estricto, y es el caso de los terremotos, se realiza monitoreo sísmico, pero no monitoreo de x o y terremoto, simplemente porque es imposible. Sin embargo, entiéndase terremoto como la liberación repentina y brusca dentro de la corteza terrestre, en un punto e instante determinado. Aunque el terremoto es instantáneo, el proceso de ruptura puede durar mucho tiempo, lo que es evidenciado a través de la ocurrencia de pequeños eventos sísmicos en los alrededores de la falla (antes y después del evento principal), siguiendo la línea de ruptura. Sin embargo no siempre que ocurre un enjambre sísmico significa que ocurrirá un terremoto fuerte, ni tampoco que el hecho de que en un área determinada ocurran muchos eventos pequeños, no ocurrirá ningún evento fuerte porque se está liberando energía, ambos conceptos no es que sean incorrectos, sino que en muchos casos ocurre todo lo contrario. 

En términos generales, el problema de la predicción sísmica o mejor dicho la predicción de terremotos consiste en la predicción de un terremoto de una magnitud específica que ocurrirá en lugar particular en determinado momento, y a pesar de grandes esfuerzos en investigación por parte de sismólogos, no se pueden hacer predicciones científicamente reproducibles en el tiempo y el espacio.

Predicción sísmica en el mundo
A manera, general en el mundo se han destinado grandes esfuerzos para el desarrollo de técnicas de predicción, se han creado instituciones especializadas de predicción de terremotos:
Short-term Earthquake Prediction Based on Seismic Precursory Electric Signals Recorded on Ground Surface. Institute of Earthquake Prediction Theory and Mathematical Geophysics RAS, Moscow, Russia

Hay otros casos interesantes, y el tema ha sido discutido en simposios internacionales de ingeniería sísmica y sismología, los japoneses tienen el caso del terremoto frente a las grandes ciudades (http://www.jma.go.jp/en/quake_tokai/), el super laboratorio de los gringos en Parkfield, sin embargo son casos para sitios específicos. 

Estudio de "predicción" en Nicaragua
En Nicaragua también existe un caso más o menos conocido, acerca de la predicción realizada por el Ingeniero Carlos Santos Berroterán para el terremoto de 1972, que destruyó la ciudad de Managua, a continuación se hace referencia en su forma más general al documento donde se plasman las ideas y argumentos presentados por el autor.

A partir de la observación de las erupciones del Cerro Negro ocurridas a inicios de los años ´70, al Ingeniero Santos se le ocurrió la idea de analizar el comportamiento del agua subterránea en los alrededores del coloso, con el fin de encontrar correlación alguna entre la variación del nivel freático y las erupciones volcánicas. Tal análisis debió haber sido hecho por dos vías, una el estudio de la variabilidad del nivel de las aguas subterráneas a través de la perforación de pozos y/o análisis de los niveles de agua en los existentes, o bien mediante el análisis de las precipitaciones. Partiendo del principio de que el nivel freático alcanza su máximo, durante las mayores precipitaciones presentadas.

Ante la complejidad y costos que significa la primera opción, el ingeniero Santos, se propuso recopilar la información de precipitación, de las pocas estaciones pluviométricas existentes en aquella época, sin embargo al analizar los datos, la relación encontrada no es con las erupciones volcánicas, sino con otro fenómeno geológico, que supone igual o mayor amenaza: los terremotos, y específicamente los terremotos ocurridos en Managua.

A partir de la observación de los datos pluviométricos históricos el ingeniero Santos, formuló una especie de hipótesis y escribió un artículo para el diario La Prensa, y cuya publicación se anunció el día 23 de Diciembre del año 1972, sin embargo debido al terremoto sufrido y la salida de circulación del diario, fue imposible publicar dicho artículo. 

El título de dicho artículo es: “La Hipotética Probabilidad de ocurrencia de Temblores en la ciudad de Managua, durante el verano de 1973”, y puede ser descargado en el siguiente link:
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