La concepción de investigación científica en el ámbito educativo, en todas las ramas de las ciencias, debería ser una premisa, "un estilo de vida", una parte integral en el desarrollo del quehacer educativo. Sin embargo, nuestra realidad es otra, totalmente diferente.
Los programas educativos a nivel universitario, sin mencionar los otros niveles, están enfocados a desarrollar una metodología Profesor-mentor & estudiante-receptor pasivo, de tal forma que no permite una interacción más allá de la mínima entre dictar una cátedra, el estudiante "escuchar-copiar" y se cierra el ciclo. Ahora bien, no se trata de atacar un programa, ni menos de buscar culpables, porque al fin y a cabo todos, o la mayoría de los que de alguna forma nos movemos en el ámbito de la academia hemos sido formados bajo este sistema.
Muchas veces se piensa en Investigación Científica, y se imagina laboratorios con probetas y sustancias químicas, explosiones humos, un anciano con una bata blanca, con barba y pelo despeinado, porque ha dedicado su vida a las ciencias, sin embargo, este es sólo una creación de un concepto al mejor estilo de Hollywood, con exagerada interpretación de los sabios de la antigüedad.
De ahí la apatía a investigar, a desarrollar trabajos de investigación científica (considerando el concepto generalizado que tenemos de ello), pero investigar significa resolver problemas, es conocer conceptos generales y aplicarlos a la solución de problemas específicos, a suplir necesidades...y ese debería ser el eje central de nuestro sistema educativo para lograr el desarrollo del país.
Desde las universidades, en conjunto con los gobiernos locales y líderes de la comunidad, y población en general se debería trabajar en un sólo sentido, mediante el aporte sistemático, desde un lado con conocimientos científico-técnico, y desde otro con voluntad de trabajo, y desde otro con voluntad política y compromiso de superación y plan de futuro.
Los trabajos de investigación deberían ser enfocados principalmente a la solución de problemas, a suplir necesidades, sin descuidar la parte pura del conocimiento, y los aspectos teóricos, porque ellos ayudan a mejorar, a perfeccionar, a optimizar los recursos, a realizar una mejor distribución de los recursos.
Es en ese sentido, que debemos trabajar para lograr el desarrollo que tanto deseamos, pero no estamos dispuestos a sacrificar, en la entrada de una de nuestras universidades hay un letrero que dice: "sin una juventud dispuesta al sacrificio, no hay revolución", yo digo sin una generación dispuesta al sacrificio no hay desarrollo, pero ese sacrificio debe ser con objetivos y planes claros, definidos, realistas y alcanzables, donde los cambios sean profundos, pero sutiles, que sean hacia el lado positivo de las cosas, con visión de futuro, con educación, y entiéndase que educación no es sólo aprender a leer.
Fuente. CONACYT
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